Creo que una de las cosas que más me gustan de la India son las lecciones que te enseña, aunque, siendo honesta, luego se olvidan fácilmente y vuelta a empezar.

Aún así, si hablas con gente de clase trabajadora (o clase media como dicen aquí) en este país se aprenden un millón de cosas, pero, sobre todo, lecciones de vida.

Ayer por ejemplo, fuí a comprar agua y una chocolatina (no sé por qué, pero aquí me apetece mucho por la noche) a la tienda al lado de mi hostal y me puse a hablar con el chico que siempre está allí. Me da la sensación de que está 24/7 porque se pasa la mayor parte del día en la tiendecita (como casi todo el mundo aquí). Se le ve muy buen chaval, un poco tímido (como la mayoría de la gente humilde), pero siempre sonriente y amable.

Anoche nos pusimos a hablar y me dijo que era del estado de Jharkhand, famoso por las cascadas y vida salvaje. Desafortunadamente, dentro de mis viajes, he estado en 17 estados y 4 territorios de la unión (hay un total de 28 estados mas 8 territorios de la unión), pero éste no es uno de ellos, y la verdad es que me siento un poco culpable que después de tanto tiempo no haya sido capaz de ir allí todavía.

Volviendo a la conversación con este chico, me dijo que su nombre era Jakil y le pregunté que si no se aburría todo el día en la tienda y me dijo que sí, un poco, pero leía para matar el tiempo. Le pregunté que si en su estado no había trabajo y me dijo que prefería estar aquí, que estaba muy contento de estar trabajando en Varkala, Kerala, porque la localidad es preciosa y puede ir todas las mañanas a la playa.

Me quedé muy sorprendia porque el chico trabaja de 11 am a las 11.30 pm de lunes a domingo y se lo comenté, a lo que el chico me dijo que le daba tiempo de sobra por las mañanas el levantarse y pasar unas horas paseando por la playa o explorando sitios cercanos con su motillo.

Y ahí estaba yo, pensando en lo mucho que me agobio por no tener demasiado tiempo libre o por quejarme de que me aburro por tener demasiado.

Es increíble que él está super feliz con lo poquito que tiene y con su vida tan sencilla. Valora mucho más donde está y el tiempo libre que tiene (y ya te digo yo que aprovecha mas el tiempo, de lo que lo hago yo).

Pues este tipo de lecciones de humildad, de aceptación, de valorar lo poco que se tiene, son las lecciones que aprendes en la India todos los días.

Personalmente, creo que este país ayuda mucho a ver las cosas con perspectiva y nos enseña cosas que están olvidadas en los países capitalistas. Nos enseña constantemente a ser mejores personas y, cuando lo olvidamos, nos lo vuelve a enseñar.

¡Qué gran maestra es la India!